Un cuervo. Por Ednodio Quintero
Habían dejado mi ataúd a la intemperie, a merced de los pájaros carroñeros, que no eran precisamente aves caroreñas ?te […]
Habían dejado mi ataúd a la intemperie, a merced de los pájaros carroñeros, que no eran precisamente aves caroreñas ?te […]